La Escuela Especial N° 6 “Doctora María Montessori” lleva un año abandonada. Está vulnerable porque cualquier persona que quiera puede ingresar al predio y saquearla. No solo que el Gobierno anterior no la puso entre las prioridades para arreglarla, sino que tampoco gestionó para resguardar los bienes materiales.
Toda la edificación se deterioró. Y lo más grave es que los 90 alumnos con diferentes discapacidades intelectuales que la poblaban se quedaron de un día para el otro sin edificio, sin el segundo hogar que los contenía y los ayudaba a progresar para superar sus dificultades.
Es la única escuela especial pública de Villa Mercedes, donde también asisten estudiantes con TEA y otras condiciones que tienen que ver con la comunicación y el lenguaje emocional.
Es otro caso donde las imágenes hablan por sí solas.
El edificio tiene su acceso principal en Maipú y Bélgica (frente al Hospital “Juan Domingo Perón) en el mismo predio de la UPrO. No es la única institución que sufrió la desidia del Estado. Por lo menos el 10% de los edificios escolares de Villa Mercedes están en situación crítica, pero esta parece ser la peor de todas.
Sobre Bélgica, falta un tramo de alambrado. Lo arrancaron y lo dejaron a un costado, y ese es uno de los sectores por donde se puede entrar como si se tratara de un espacio público. Se cree que personas en situación de calle han usado el lugar como refugio. Tiene vidrios rotos y el pasto supera un metro de altura en los laterales. Adentro está todo cubierto de polvo y falta mobiliario: solo se pueden ver algunas sillas apiladas o amontonadas en algunas aulas.
El Chorrillero comprobó que sobre Maipú la puerta que conduce al salón de actos no tiene ningún candado. Y al lado, el portón que conduce a lo que alguna vez fue un polideportivo, también está abierto. A un lado había un perro muerto envuelto en una sábana.
El 26 de enero pasó una tormenta inédita de piedras y viento por la ciudad, que causó severos destrozos por todos lados. Particularmente allí rompió el techo, todo adentro se mojó y muchos vidrios quedaron destrozados por las bolas de hielo. Inevitablemente había que hacer una gran refacción.
Pero llegó febrero y la escuela no se pudo abrir. Entonces comenzó la peregrinación.
Los padres le contaron a este medio que “acomodaron el techo” pero que la obra en el interior nunca se puso en marcha “por falta de presupuesto”. Al mismo tiempo se iniciaron reparaciones en la UPrO (que es el único organismo donde el funcionamiento es normal) y en el Policlínico que nunca terminó de repararse y hoy está en un estado deplorable.
Pero el edificio escolar ya veía con falta de mantenimiento, por ejemplo no tenía calefacción, y los propios maestros llevaban caloventores y muchas veces tuvieron que suspender las clases por las bajas temperaturas.
Una parte de los alumnos fueron distribuidos al Colegio N° 11 “Benito Juárez”, y otros a la Escuela Nº 46 “Gobernador León Guillet” porque allí les prestaron aulas.
Los chicos que concurren al sector de educación temprana, que abarca desde los 0 hasta los 4 años, no fueron tenidos en cuenta. Quedaron a la deriva.
A lo largo del año, los tutores intentaron conseguir un espacio donde pudieran asistir sus hijos, pero recién lo consiguieron en septiembre, cuando les cedieron una oficina que funciona en la Calle Angosta.
En este tiempo, tutores, alumnos, docentes y directivos pasaron por todos los estados: tristeza, bronca. Vivieron en carne propia la desidia. Les quedó la sensación de que a las autoridades “no les importaron los chicos”, que avasallaron sus derechos a la educación, a estar en el lugar que se merecen y que necesitan. Los funcionarios del Gobierno anterior no entendieron lo que significaba para esos pequeños irse a otro lugar.
El 25 de noviembre la comunidad educativa junto a otras dos escuelas que están pasando por lo mismo, se manifestaron para exigir que se arreglen los edificios. Pero nadie se hizo cargo.
Pocos días después de la asunción de Claudio Poggi como gobernador, desde Infraestructura Escolar (que ahora depende del ministerio de Educación) visitaron el edificio y lo pusieron como prioridad en las obras de reparación que se harán fuertemente entre enero y febrero.
