Funcionarios y legisladores oficialistas que militan bajo el verticalismo de Alberto Rodríguez Saá están convalidando medidas que únicamente se atreven a firmar y aprobar si tienen la venia del gobernador saliente.
En una sesión que será recordada por la desvergüenza tomaron como un botín a la institución. Algunos se nombraron a sí mismos para asumir una vez que terminen los mandatos y metieron a familiares directos, y otros propusieron a adláteres.
El descaro quedó patentizado ayer en la actuación de María Angélica Torrontegui que de ocupar los más altos cargos institucionales cayó a un puesto de cuasi ñoqui.
Torrontegui y Camilli se reciclan como funcionarios del Senado. (Foto Senado)
El ex radical Daniel Camilli (Departamento Pringles) se reciclará como funcionario del mismo cuerpo.
Hace unas semanas Mariana Cruz (Departamento San Martín) consiguió trabajo en el Senado para el marido y una hija.
Los tres amorralaron a hijos, parejas y hermanos.
Familias enteras que viven del Estado.
No son los primeros ni los únicos.
Engrosan el listado de los Berardo, Lavandeira, Tamayo…
El Senado está cubriendo los casilleros de los 53 cargos con sueldos de $1 millón creados en la Legislatura después de la derrota electoral del 11 de junio para mantener rentados a funcionarios y asesores una vez que Rodríguez Saá termine su mandato.
El último listado:
1) María Fernanda Barroso (esposa de Camilli)
2) Yamila Soledad Bustos (actual jefa del Subprograma Coordinación de la Red de Contención a las Víctimas de las Violencias de la secretaría de la Mujer)
3) Jonathan David Moyano
4) Juan Pablo Olguín (hijo del senador electo por Chacabuco, Hugo “Pepe” Olguín)
5) Néstor Javier Fernández
6) Sergio Alberto Menéndez
7) Giannella Inés Ochoa
8) Gabriela Luciana Gaído
9) Elen Escudero
10) Jordan Josué Cornara
11) Juan Aparicio
