La diabetes tipo II es una afección de gran importancia debido a su alta prevalencia y su impacto en problemas cardiovasculares, como la enfermedad coronaria y la insuficiencia cardíaca. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), este cuadro ocurre “generalmente en adultos, cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina. En las últimas tres décadas, su prevalencia ha aumentado drásticamente en países de todos los niveles de ingresos”.
Durante el mencionado congreso en Países Bajos, se presentó una actualización de las guías clínicas de tratamiento de la diabetes, en las que se sugiere fuertemente la búsqueda activa de esta patología en pacientes con enfermedad cardiovascular y la evaluación del riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes, dada la frecuente coexistencia de ambas condiciones y el impacto de cada uno en el tratamiento de la otra.