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El 18 de enero el gobierno provincial comenzó las obras para retirar los alambrados y los paredones de cemento de la avenida que circunvala al dique Potrero de Los Funes, que era una demanda histórica de los vecinos y comerciantes. El objetivo es encarar una remodelación urbanística, paisajística y turística de la zona del perilago.
La medida fue recibida con beneplácito por la comunidad puntana, que reclamaba esta “liberación” que permitirá recuperar este bellísimo lugar y disminuir la contaminación visual.
Desde Villa Mercedes, los vecinos del barrio La Ribera también anhelan que se escuche su reclamo respecto a la apertura de la venida central del Parque Recreativo la Pedrera, que comunica a este populoso barrio con la avenida Santana Alcaraz.
No hay que efectuar ninguna inversión. Tampoco hacer costosas obras o contratar personal. Simplemente depende de una decisión de sentido común: correr rejas y jerseys que obstaculizan la calle José Robustelli, para que se pueda circular por dentro del complejo hasta la citada avenida.
De esa manera se descomprimirán las otras vías de acceso: por la ruta 2B, la rotonda frente a la empresa Horpas y el propio Hospital, que es utilizado por muchos vecinos para acortar su salida hacia el microcentro de Villa Mercedes.
Está claro que La Pedrera, si bien es un lugar público, debe ser preservado de vandalismos y daños. Y que a menudo se hacen espectáculos, por lo que se deben disponen cierres para evitar el ingreso irrestricto. Pero al menos en horas del día, y cuando no se organizan eventos, debería habilitarse esta apertura. Para evitar que desde La Ribera los vecinos sigan percibiendo el predio poco menos que como una cárcel.
Paralelamente, el flujo de circulación y el aprovechamiento que las familias hagan del predio, permitirá que el ciudadano común se “apropie” de este espacio público que hoy se encuentra escasamente utilizado.
ASL
