Una familia llegó a San Luis en una “terranave” y se niegan a decir sus verdaderos nombres

Se trata de una pareja y cuatro niños, que viajan en un automóvil cuya patente dice “propiedad privada”. Ni los adultos ni los niños llevan DNI o pasaportes. Su única identificación es un documento casi infantil. Se niegan a declarar ante cualquier autoridad judicial o policial. Interviene el Juzgado Federal.

Una “terranave” con seis personas fue interceptada en el paraje Las Palomas, en el norte de San Luis. Sucedió ayer lunes hacia el mediodía cuando la policía local cumplía controles rutinarios. Tal vez nunca, seguramente nunca, se hallaron ante una situación similar. La “terranave” (un automóvil) era conducido por un hombre junto a su pareja. Y detrás cuatro niños, llamados por ellos “extensiones” o “proyecciones” de seres vivos. El auto portaba una patente que decía “propiedad privada”.

 

Cuando la policía pidió que se identifiquen se negaron. No reconocen autoridad policial, judicial o sanitaria. Tampoco de migraciones o aduaneras o militares. Ni Documento Nacional de Identidad ni Pasaportes. Naturalmente, tampoco tenían carné de conducir. Sus nombres y el de sus hijos, nombres de fantasías. La documentación que portaban fue hecha e impresa por ellos. Digamos, DNI propios. Su “andar” está “avalado” por su propia documentación casera.

Los adultos se negaron a responder preguntas de la policía. Tomó intervención la subcomisaria de Los Cajones y se dio intervención a la fiscalía. Pero los adultos, cuyos nombres reales se desconocen, tampoco quisieron hablar con la autoridad judicial. Para respaldar su “andar”, uno de los adultos mostró un papel, una especie de carta o manifiesto, donde aseguran que pueden circular Latinoamérica sin que nadie les exija nada. Nada de fronteras. Ni límites.

 

Supuestamente, los ocupantes de la “terranave”, comúnmente llamado auto, querían llegar a San Luis para visitar a un familiar en Villa Praga, aunque tampoco dieron el nombre de esa persona. Por lo tanto, no se sabe si existe y si ese era el verdadero propósito.

Según se pudo establecer, existe una causa iniciada en un Juzgado Federal de Salta y otra causa en un Juzgado de Mendoza. La Justicia Federal de San Luis tomó intervención para definir la insólita situación, que involucra a cuatro menores que se busca proteger ante todo. Son ellos el verdadero drama.

Fuente Redacción Infomerlo

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