El jefe del Subprograma de Sistemas de la UPrO, Marcos Sosa y también, por lo menos, un empleado de su área, Ignacio Morinigo. fueron señalados por una empleada de la universidad: “Mis compañeros de trabajo comparten fotos mías para subirlas a Clothoff y desnudarme artificialmente”.
Sosa reenvió “por error” a la propia víctima la foto de su perfil en WhatsApp con la referencia de la aplicación.
Eso sucedió el jueves 16 de noviembre. La víctima no dudó y realizó la denuncia policial. Cuando expuso el hecho por las redes sociales tuvo la solidaridad de muchas jóvenes que cuestionaron el ambiente laboral y señalaron conductas “machistas contra ellas”. Cuando le pidió explicaciones, el funcionario minimizó el hecho “a una broma que era para un grupo”.
En agosto hubo un fuerte escrache cuando muchas jóvenes denunciaron por Instagram que había un grupo en Telegram donde varios hombres se dedicaban a subir fotos de mujeres de San Luis y de Villa Mercedes, también desnudas. Dieron nombres y apellidos pero la Justicia no se puso nunca a investigar.