Miles de damnificados dejó una tormenta inédita en la ciudad de Villa Mercedes. En la noche del 26 de enero de 2023, del cielo cayeron “pelotas de hielo”. El granizo tenía un tamaño inusual (que superaba los 7 milímetros de diámetro), destructivo que desató un caos en la primera noche de la Fiesta de la Calle Angosta. En el interior del anfiteatro una persona falleció de un infarto. Hubo muchos heridos con golpes y cortes en el cuerpo, y destrozos totales de los vehículos en los estacionamientos. Grandes pérdidas económicas de empresas privadas que habían exhibido su producción, como también emprendedores gastronómicos y artesanos.
Todavía recuerdan que fueron momentos de terror. Había una alerta meteorológica pero no hubo tiempo de imaginar que tendría esa magnitud. Fueron muchos minutos de lluvia y viento. Una vecina de la Calle Angosta que se puso a vender empanadas fritas en la vereda, contó que primero llegaron las piedras “como en seco”, golpearon las chapas del techo y tuvo que refugiar gente adentro de su casa. En pocos minutos todo se inundó y la luz se apagó. La Calle Angosta parecía una escena de película.
La festividad hizo que en ese sector se congregara la mayor cantidad de vecinos, por eso en esa zona las ambulancias tuvieron el mayor trabajo, pero no alcanzaban a atender a todos. Hasta los hospitales colapsaron en sus estructuras por los vidrios rotos y techos desplomados.
Más alertas sucedieron los días posteriores. Siguió lloviendo y empeoró la situación habitacional de muchas personas que se quedaron a la intemperie. Pasaron varios meses para que la vida volviera a la normalidad, y se dieron subsidios para que los vecinos repararan los daños. Las estructuras de escuelas, muchas reparticiones del Gobierno y el Policlínico quedaron arruinadas.
Este año el Concejo Deliberante de la ciudad aprobó la emergencia climática, previendo estas situaciones, lo que le permitirá a la gestión municipal usar los fondos para asistir en estos casos.
ECH