Se trata de profesionales en diferentes especialidades, monotributistas que facturan al Gobierno y distribuidos en diferentes centros de salud. No les pagan, los amenazan y deben trabajar bajo presión y con la incertidumbre del día a día sin un horizonte claro en materia de continuidad laboral.
La situación expuesta por los profesionales de la salud en Villa Mercedes es sólo una muestra de lo que se repite a lo largo y ancho de la geografía provincial en los últimos años, la ausencia de una política sanitaria clara donde la calidad de las prestaciones con médicos, enfermeros, especialistas y técnicos conformes en el ámbito laboral, sea el eje de un plan a largo plazo es la cruda realidad de un sistema desmembrado.
La salud agoniza y se sostiene con el esfuerzo de los mismos profesionales que son sometidos a extenuantes jornadas laborales, mal pagos, precarizados y la constante amenaza de “si hablas o te quejas te vas”. En lo que va del año muchos médicos, enfermeros y técnicos contratados bajo la modalidad de monotributo no logran cobrar sus honorarios, teniendo en cuenta que la inflación mensual se come alrededor del 6% de los haberes, en dos meses perdieron una gran suma de dinero.
Fuente: El Puntano.