En un giro legal sorprendente, C.R.P., de 45 años, quien se encontraba en prisión desde hace un año, ha aceptado una condena de diez años y medio de cárcel por abuso sexual. El hombre admitió el delito para evitar un juicio oral en el que enfrentaba la posibilidad de una pena mayor. La víctima, su hijastra, era menor de 18 años en el momento del abuso y compartía una relación de convivencia preexistente con el agresor.
La acusación se centra en un incidente ocurrido a principios del año pasado, cuando C.R.P. violó y dejó embarazada a la hija de su pareja, a quien había criado desde su infancia. Aunque un fiscal había solicitado originalmente una pena de 14 años de prisión, el acusado accedió a un acuerdo abreviado, reconociendo su culpa y aceptando una sentencia más corta.
La causa había sido elevada a juicio en marzo, y el imputado enfrentaba cargos de “Abuso sexual con acceso carnal agravado por la relación de convivencia preexistente, por ser la víctima menor de 18 años y por la condición de guardador”. Aunque inicialmente había sido procesado con 60 días de prisión preventiva, la acumulación de pruebas en su contra llevó a su prolongada detención.
El abogado de C.R.P., Alfredo García Garro, explicó que el acuerdo abreviado de diez años y medio de prisión fue propuesto y aceptado por la víctima y su madre, quienes manifestaron su conformidad con el proceso. El tribunal tiene un plazo de 10 días hábiles para decidir si homologa o no este acuerdo.
A pesar de la gravedad del abuso y el trauma que causó, el imputado tiene tres hijos biológicos con la madre de la adolescente abusada, lo que ha llevado a la decisión de no revelar su identidad para proteger la privacidad de los menores involucrados. La adolescente víctima decidió continuar con su embarazo y, a pesar de las dificultades, ha logrado reintegrarse a su vida social y escolar, mostrando signos de recuperación psicológica.