Este jueves, en el marco de numerosos allanamientos realizados en el conurbano que fueron ordenados por Julian Ercolini, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 10, detectives de la División Delitos Constitucionales de la Policía Federal Argentina -que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales- detuvieron a un grupo de jóvenes por las múltiples amenazas de bomba registradas desde agosto y dirigidas, principalmente, a distintas estaciones de tren y del subte porteño, la Casa Rosada y el Congreso de la Nación.
Fuentes del caso le confiaron a Infobae que uno de los principales sospechosos, identificado como F.M.M.R, de 18 años, fue aprehendido en un domicilio ubicado sobre la calle Friedrichs al 100, en la localidad bonaerense de Lavallol, partido de Lomas de Zamora, donde reside junto a su padre, un ex efectivo de la Policía Bonaerense.
Producto del análisis y entrecruzamiento de datos, los investigadores detectaron una dirección de IP desde la cual el autor de las amenazas –en un descuido– habría activado una de las líneas telefónicas investigadas tiempo antes de que se registraran las primeras amenazas.
Con esta información, y mediante un nuevo entrecruzamiento de listados de llamadas, activaciones de antenas celulares, movimientos de tarjetas SUBE y relevamientos de redes sociales del adolescente y su padre, se determinó que existían numerosos elementos probatorios para vincular a F.M.M.R. como autor de las amenazas investigadas.
En una etapa previa de la investigación, se había logrado establecer que estos dos últimos sospechosos integraban una sociedad ilícita dedicada a la comercialización de servicios digitales y telefónicos obtenidos mediante el hackeo de plataformas pertenecientes a clientes de dichas firmas.
Allegados a la investigación consultados por este medio refirieron que, hasta el momento, se identificaron al menos unos 30 hechos de amenazas relacionados a los detenidos; se calculan pérdidas millonarias por la suspensión de los servicios de ferrocarril afectados. A su vez, las advertencias por la supuesta presencia de artefactos explosivos también alcanzaron a la Cámara Electoral, instituciones educativas y a funcionarios de primera línea del gobierno nacional. Incluso afectaron al bunker de Sergio Massa durante las últimas elecciones presidenciales y al juez federal que se encontraba el día de los comicios.
La tecnología T-Phone y el modus operandi de la banda
De acuerdo a la investigación llevada a cabo por los funcionarios policiales -con la colaboración de especialistas de áreas de Antiterrorismo y Cibercrimen-, se estableció que las amenazas eran realizadas a través de varias líneas telefónicas de la mencionada empresa de telecomunicaciones, las cuales utilizan una nueva tecnología -conocida como T-Phone– que canaliza las llamadas a través de una conexión a internet.
El servicio de telefonía T-Phone es una aplicación que permite la realización de llamadas telefónicas a un bajo costo. Y si bien el desempeño del sistema es exactamente igual al de cualquier servicio de telefonía móvil tradicional, en este caso las comunicaciones no trafican por antenas, sino por vía digital. De esta manera, las comunicaciones no pueden ser rastreadas del mismo modo que se le da seguimiento a una llamada saliente desde un teléfono celular.