La Legislatura fue escenario de serios incidentes luego de que el proyecto de modificación presupuestaria, que tenía como objetivo incorporar a los trabajadores del Plan de Inclusión Social y de Seguridad Comunitaria al personal contratado del Gobierno, fuera rechazado por la Cámara de Diputados. Con 22 votos en contra y 19 a favor, la iniciativa que previamente había recibido la aprobación del Senado fue archivada.
Después de la votación, los manifestantes que se habían congregado frente a la Legislatura para seguir el desarrollo de la sesión intensificaron su protesta. En un acto de furia, derribaron una de las rejas de acceso al Palacio Legislativo, prendieron fuego en las escalinatas e incluso ingresaron a la explanada, donde tuvieron un enfrentamiento verbal con el vicegobernador y presidente del Senado, Eduardo Gastón Mones Ruiz. La tensión se reflejó en la circunferencia del edificio, con manifestantes generando llamas en distintos puntos del exterior.
Con el transcurso de las horas y la disminución de la agitación, los manifestantes comenzaron a considerar otras formas de protesta, incluyendo posibles bloqueos de carreteras. Sin embargo, un grupo significativo de ellos aún permanece en el lugar, obstruyendo los accesos al edificio.
Estos eventos subrayan la importancia de la discusión en torno al presupuesto y las tensiones que pueden surgir cuando las expectativas de los trabajadores se ven frustradas en el ámbito legislativo.