Ambos siguen en terapia intensiva, pero evolucionan. Kirán, de dos años, avanza lentamente. Pero Kiara, de seis, ya no necesita la respiración mecánica. Despertó, pudo sentarse y, de a poco, come.
A once días del incendio que devoró una casa de Justo Daract y casi mató a las dos criaturas que estaban dentro, los hermanitos que se quemaron, poco a poco, mejoran. Ambos continúan en las Unidades de Terapia Intensiva de dos hospitales, pero cada día muestran alguna pequeña evolución. Kirán, de tan solo dos años, todavía respira con la ayuda de un aparato. Pero a Kiara, de seis, ya no le hace falta el respirador mecánico. También despertó, logró sentarse y comenzó a comer, comentó su tía Ayelén.
El más chiquito de los niños está internado en el Centro del Quemado del Hospital Pediátrico «Humberto Notti» de Mendoza. Allí lo acompaña permanentemente Miguel, su padre. Cada dos días, Dalma, la madre de los niños, hace todo lo posible para viajar de la ciudad de San Luis a Mendoza, para estar al lado de su hijo.
El resto del tiempo, Dalma está siempre con Kiara, en el Hospital Pediátrico de San Luis. El jueves los médicos le retiraron la asistencia mecánica para respirar, contó Ayelén. Y el viernes, la niña ya fue capaz de sentarse sobre la camilla. «Le dieron para probar cucharitas con pequeñas cantidades de yogurt y lo toleró muy bien», comentó.
El incendio que, por poco resultó fatal, ocurrió el miércoles 9 de julio, cerca de las 11:40. Dalma acababa de salir de su domicilio de Dean Funes 147 para ir a un kiosco vecino. Había dejado a sus hijitos mirando la televisión.
Los investigadores presumen que precisamente detrás de ese aparato, que estaba amurado a una pared, hubo un cortocircuito. Creen que el desperfecto técnico se debió a la precaria instalación eléctrica que tenía la casa.
Kirán y Kiara fueron rescatados por Ayelén, su abuela Marcela y otro tío, que es menor de edad. Los retiraron con visibles quemaduras, con sus caritas rojas y las prendas negras por el fuego.
El Ministerio de Salud informó, al día siguiente, que Kiara tenía quemado el 24% de su cuerpo. Necesitaba asistencia respiratoria y fármacos vasopresores para mantenerse estable. El viernes de la semana pasada la operaron.
Kirán tiene quemaduras más extensas, que cubren el 43% de su cuerpo. Tras el siniestro fue asistido en el Hospital de Justo Daract y luego trasladado a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTICEP) del Hospital “Juan Domingo Perón” de Villa Mercedes. Los profesionales lo estabilizaron, lo entubaron y limpiaron sus heridas con una cirugía.
Pero concluyeron que lo mejor sería que siguiera un tratamiento en el centro de salud de Mendoza, que se especializa en quemaduras.
Ayelén le dijo a El Chorrillero que la familia, con todas las donaciones que recibieron, ya están reconstruyendo la vivienda de Dalma y sus hijos. Jorge, el abuelo de los nenes, se ocupa de eso, dijo.
La mujer volvió a agradecer toda la ayuda que recibieron estos días de parte de la comunidad. De todas formas, aclaró que ya no precisan nada material, pero quien desee donar dinero puede hacerlo. «La plata es para pagar los viajes que hace Dalma para ir de San Luis a Mendoza y así», explicó.
La gente que quiera transferirles dinero a la familia puede hacerlo a la billetera virtual del abuelo de los chicos, que está a su nombre, Jorge Rolando Frías. El alias es: genesis.gomeria
