Israel lanzó una ofensiva en Gaza en respuesta al ataque de los combatientes del movimiento islamista Hamas en su territorio el 7 de octubre, que dejó 1.200 muertos, mayoritariamente civiles, según las autoridades israelíes.
Otras 240 personas, incluyendo una veintena de argentinos, fueron secuestradas y llevadas a Gaza.
Según el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamas, la ofensiva israelí en la Franja de Gaza dejó al menos 17.700 palestinos muertos, sobre todo civiles y mayoritariamente mujeres y menores de 18 años.
Qatar es un mediador clave en las negociaciones que lograron establecer una tregua de siete días, en la que decenas de rehenes tomados por Hamas en Israel fueron liberados a cambio de palestinos presos.
La tregua, además, permitió la entrada de ayuda humanitaria para la población palestina de Gaza.
“Vamos a seguir, estamos comprometidos a liberar a los rehenes, pero también estamos comprometidos a detener la guerra”, afirmó el primer ministro qatarí, informó la agencia de noticias AFP.
El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció en el mismo foro de Qatar la “parálisis” de Naciones Unidas frente al conflicto y lamentó que el Consejo de Seguridad no votara a favor de un alto el fuego.
El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohamed Shtayyeh, afirmó que Estados Unidos tiene que “rendir cuentas” por la muerte de civiles en Gaza, tras su veto a la resolución en la ONU para una tregua.
El ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, acusó a Israel de arrastrar a la región “hacia el océano de la muerte”.
“Israel simplemente cree que puede hacerlo, que no tiene que rendir cuentas”, afirmó en Doha.