Con la incorporación de PAMI al procedimiento de mediación sanitaria, los afiliados suman una instancia ágil, voluntaria y menos costosa.
PAMI quedó integrado al esquema de mediación prejudicial en salud y eso abre una puerta concreta para millones de personas. La decisión, formalizada por la Superintendencia de Servicios de Salud a través de la Resolución 1861/2025, incorpora a la obra social más grande de la región a un mecanismo pensado para resolver problemas de cobertura.
Esto es sin llegar de entrada a un expediente judicial. La lógica es simple: sentar a las partes, ordenar la conversación y encontrar una salida operativa en plazos razonables. No reemplaza la Justicia. Ofrece un atajo válido cuando el caso admite acuerdo.
¿Qué es PROMESA y para qué sirve?
PROMESA es un procedimiento de mediación específico para temas sanitarios. Aplica a demoras en autorizaciones, entrega de medicamentos, derivaciones, insumos y prácticas. La instancia es optativa y previa al juicio. Participan los Ministerios de Salud y de Justicia, junto con la Superintendencia, que aporta el marco técnico y de control.
El circuito empezó a funcionar el 2 de septiembre y ya registra conciliaciones concretas. Su valor está en tres puntos: rapidez, menor costo y trazabilidad. Cada gestión queda documentada, con plazos y responsabilidades identificadas, algo clave cuando hay tratamientos en curso.
¿Cómo se activa y quiénes intervienen?
El afiliado presenta su reclamo y se abre la mediación. Se convocan las partes, se piden antecedentes y se fija una reunión. Puede ser presencial o virtual, según el caso. Allí se busca un acuerdo verificable: una autorización formal, un calendario de entregas, una práctica reprogramada, una derivación definida.
Si se arriba a una solución, se firma y se ejecuta. Si no hay consenso, la persona mantiene intacto su derecho de ir a la Justicia, ahora con un tramo previo ordenado que acelera pasos. Con PAMI adentro, más de 5 millones de titulares y familiares a cargo acceden a esta vía. La articulación entre organismos públicos y prestadores es clave para que la respuesta llegue a tiempo y con claridad.
Marco legal, adhesiones y alcance
El sistema tiene respaldo en el Decreto 379/2025, que además habilita la incorporación voluntaria de entidades por fuera de los regímenes tradicionales. IOSFA se sumó primero. Ahora lo hace PAMI, que por volumen y capilaridad marca un antes y un después en la escala del programa. Cuantas más organizaciones ingresan, mayor es la probabilidad de que un conflicto encuentre salida temprana.
Para el Estado, el impacto es doble: baja la litigiosidad innecesaria y se transparentan procesos que, durante años, quedaron atrapados entre trámites y derivaciones. Para el afiliado, el cambio se ve en la práctica: menos pasillos, menos esperas y una instancia pensada para resolver, no para dilatar.
Beneficios concretos para afiliados y prestadores
El primer beneficio es el tiempo. La mediación fija plazos y compromisos escritos. El segundo es el costo: tramitar un acuerdo en esta instancia demanda menos recursos que un juicio. El tercero es la previsibilidad: cada parte sabe qué debe presentar y cuándo. Para un paciente crónico, por ejemplo, un esquema de entrega de medicación con fechas y responsables evita interrupciones peligrosas.
Para una cirugía, un cronograma de autorizaciones y turnos reduce cancelaciones. Para los prestadores, la mesa de diálogo permite aclarar coberturas, evitar dobles vías y ajustar circuitos internos. El tono colaborativo ayuda a que los equipos de auditoría y legales dejen de ser última parada y pasen a destrabar cuellos de botella antes.
La adhesión de PAMI a PROMESA se inscribe en un intento más amplio de ordenar el sistema. No es una varita mágica. Es un procedimiento que, bien aplicado, suma previsibilidad donde suele haber ruido. Permite distinguir lo urgente de lo importante, escalar lo que necesita intervención rápida y documentar lo que deba seguir otro camino.
Para los afiliados, significa tener una herramienta adicional cuando la cobertura se traba. Para las instituciones, implica estandarizar respuestas y rendir cuentas. En un contexto de alta demanda y recursos finitos, una mediación ágil, voluntaria y con impacto inmediato es una buena noticia. Ayuda a bajar la fricción, a focalizar esfuerzos y a que la solución llegue antes. Con PAMI adentro, el alcance es nacional y la oportunidad de mejora, mucho mayor.