La banda se presentará el próximo viernes en el marco de la “Gira Celebración” donde repasa su carrera de casi 30 años y festeja su último disco grabado en Jamaica. Una charla con la banda desde la evolución como grupo a la crítica política y social.
Vivir para la música y el mensaje. Ese podría ser un buen resumen de Nonpalidece, una de las bandas símbolos del reggae nacional que en la última década se convirtió en un sello indiscutido.
El grupo se presentará el próximo viernes 5 en Espacio Comuna con un show en el marco de su “Gira Celebración” donde mezclan sus clásicos trabajos discográficos y el nuevo material realizado en Jamaica.
Lanzó su primer disco en el 2000 y hasta el momento lleva editados siete álbumes de estudio desde “Dread al control” hasta “Hecho en Jamaica” lanzado en 2024.
La última realización tiene un lugar sentido en el corazón de los integrantes. Se grabó en la cuna del género en marzo del 2023 en tres prestigiosos estudios (Harry J, Anchor Recording Studios y Tuff Gong Studio) y contó con la colaboración de artistas argentinos y locales.
Cuenta con 12 canciones y pone el acento en las raíces de la banda formada en Tigre, Buenos Aires.
Agustín Azubel, tecladista del grupo habló con El Chorrillero. Palpitó el recital, se detuvo en cómo evolucionó el estilo sin afectar la esencia y respondió sobre la “responsabilidad frente al micrófono” al expresarse social y políticamente.
El recitan comenzará a partir de las 21 y las entradas se pueden adquirir a través de https://www.passline.com/eventos/nonpalidece-en-san-luis.
El show será el viernes en Espacio Comuna.
La entrevista
-Nueva gira. Esta vez una celebración por la carrera de la banda ¿En qué momento los toma?
-Estamos muy contentos, muy ansiosos por llegar a San Luis que tan bien nos trata y que tanto nos gusta. Vamos a estar también por Río Cuarto y terminamos en Rosario y hace 15 días estuvimos por Tucumán y por Córdoba Capital.
Así que estamos felices de poder viajar, de poder llevar la música y de poder tocar las canciones junto a ustedes.
-Ya son casi 30 años de carrera ¿Qué les dejan este tipo de presentaciones en el interior, en las provincias?
-En realidad, cada show te deja algo diferente. Te puedo decir cosas que los unen, pero cada show realmente es especial.
Lo que te deja es la posibilidad de compartir las canciones que nosotros creamos con la gente. En esa devolución que nos hacen a través de las redes o personalmente nos transmiten que le cambió el día escucharnos, de que le dan ganas de seguir, que ante un problema de la vida te ayuda.
O simplemente bailarlas y disfrutarlas y pasar un buen momento cantando con nosotros. Creo que es lo más que nos llevamos de cada show.
-Desde el primer lanzamiento hasta hoy ¿Creen que fueron evolucionando como banda en cuestiones de incorporación de recursos, de música, de estilos?
-El estilo sigue siendo el mismo que es el “reggae rouge” que tanto nos gusta. Pero sí, vamos cambiando, sobre todo porque la evolución también parte de la persona. Quieras o no empezamos con 20 años y ahora tenemos 50.
Este crecimiento se traslada a la música porque uno comienza a escuchar otro tipo de música, a leer. Entonces yo creo que sí hay una evolución, sin decir que es mejor o peor. El primer disco tiene lo que tiene el primer disco y el último tiene lo que tiene el último disco.
Todo tiene que ver con la vida misma, con la que uno va viviendo en los años.
-Hay una tendencia en la industria de la música. El consumo inmediato, de segundos ¿Cómo se llevan con eso?
-Es un gran tema, si me lo preguntás, estoy completamente en contra. Es una gran lucha que tengo con mis hijos y no me gusta nada, no me gusta la inmediatez. No me gusta estar todo el tiempo con ese falso reconocimiento, no poder contemplar y mirar por la ventana la lluvia y tener que estar permanentemente haciendo algo.
Pero a la vez entiendo que es la nueva modernidad, lo cual no quiere decir que esté bueno. Me digo: “Será que el mundo apunta hacia ese lado”.
No quiero que suene como resignación, pero lamentablemente creo que nos comió, por lo menos por ahora, ojalá que cambie, pero creo que logró captar.
-Lisandro Aristimuño hace unos días atrás nos compartió su visión. Dice que “comienza a dar la vuelta”.
-Cada uno se mueve en un ámbito diferente, quizás Lisandro obviamente lo puede vivir, sentir o ver de otra forma. Yo no lo veo, me cuesta imaginar dejar de lado un poco esto, simplemente porque creo que las redes son una adicción, es como una droga.
Entonces no imagino cómo naturalmente uno o las otras generaciones pueden decir “me cansé del teléfono”. Todo esto está estudiado. Es muy difícil salir de esto. Ojalá porque también es bastante dañino.
También te digo que el mundo es un ciclo, ¿no? Lo de moda hoy, mañana se va. Pasa con la ropa, con el pelo, con esas cosas más banales. Lamentablemente, ojalá que me equivoque, no imagino que la humanidad viva sin teléfono, sin ese aparatito que nos tiene idiotizados y atrapados horas y horas.
-Nonpalidece nunca fue un grupo que se quedó callado ante ciertas circunstancias ¿Cómo ves a los artistas que eligen no decir nada?
-No creo ser alguien para poder opinar sobre un artista que no dice nada a nivel político social. Lo que sí creo, como dice Raly Barrionuevo en una canción: “Pensé que de política no iba a hablar, pero todos hacemos política al caminar”.
Yo creo que al tener un micrófono y al tener el poder de comunicar, estamos obligados a hablar. Después, cada uno tendrá sus convicciones. Pero me parece que es un deber de los artistas.
Insisto, el que no lo quiere hacer, lo respeto, más allá de que no comparto. Nos critican mucho a veces por tomar posición política, pero también el arte es eso, sobre todo la música, en especial el reggae que nace y surge por una disconformidad social, la opresión y la injusticia. Es un poco contradictorio no hablar de lo que pasa haciendo una música que nació en la calle.
-¿Con qué nos vamos a topar el show del viernes que viene?
-Estamos presentando esta “Gira Celebración” por el trabajo de 2023. Fuimos a Jamaica a grabar nuestro disco de clásicos con artistas jamaiquinos, otros nacionales y también uruguayos.
Realmente es un disco que nos trae mucha alegría haberlo hecho.