A través de un flayer en las redes oficiales de la Municipalidad de Nueva Galia, se les notificó hoy a los vecinos de la localidad del departamento Dupuy que colocarán una bomba de agua potable.
La gestión de la intendenta, Diamela Freixes informó que se venderá el litro a $5 y a partir de los 1000 para consumo humano, el costo será de $10.
Los jubilados, presentando el carnet, podrán sacar 40 litros de agua por semana de forma gratuita.
Habrá una bomba general para el uso de actividades agropecuarias que se encuentra a metros del predio conocido como “cancha de carrera”.
La historia de Instagram en la que el municipio dio a conocer la información, generó malestar en los vecinos que manifestaron que “las viviendas reciben el agua contaminada, con olores nauseabundos” y que “es una falta de respeto que tengan que buscar y pagar para poder consumir agua en condiciones”.
El sistema de agua potable de la localidad arrastra un problema estructural que no ha sido solucionado.
Las gestiones que ha ido sucediéndose no ha abordado el problema de fondo.
Esta crisis no estuvo en la agenda gubernamental que tuvo otras prioridades. En Nueva Galia las sucesivas administraciones junto al Gobierno de Alberto Rodríguez Saá privilegiaron niciativas como el Festival del Caldén al cual se asignaron presupuestos astronómicos para la organización del evento anual y para la infraestructura.
El año pasado el Gobierno estuvo a punto de construir un parque acuático como atractivo. Para ese proyecto el Gobierno saliente había fijado un presupuesto de $2.500 millones y hasta llegó a llamar a licitación para la construcción. Finalmente la obra fue frenada.
ECH
