El domingo 23 de octubre del año pasado marcó una fecha que Eliseo Tellez Vela quisiera poder olvidar. Aquella jornada, una reunión familiar en La Toma terminó en tragedia cuando, tras una jornada de celebración que incluyó excesos en el consumo de alcohol, Tellez Vela perdió el control de su camioneta Toyota Hilux en la autopista 55, provocando la muerte de su esposa, su comadre y un amigo.
La catástrofe ocurrió cerca de las 21:10, a unos tres kilómetros del ingreso a Naschel. La camioneta, que circulaba al norte por el carril este, se salió de control y dio varios tumbos hasta quedar a unos 15 metros del camino. Las víctimas, expulsadas del vehículo, perdieron la vida en el acto. La tragedia afectó a Felicidad Huallpa Ciprian, Leonardo Pérez Luizaga y Martina Apaza Garnica, todos de nacionalidad boliviana, al igual que los sobrevivientes.
A más de un año del suceso, Tellez Vela fue citado a una audiencia de formulación de cargos por la fiscal Adjunta Lorena Ohanian. Se le imputa el delito de “Homicidio culposo en accidente de tránsito, agravado por la conducción de automóvil con un nivel de alcoholemia superior a un gramo por litro de sangre” en perjuicio de Huallpa Ciprian y Pérez Luizaga.
El juez de Garantías 2, Jorge Osvaldo Pinto, le brindó la oportunidad de declarar, pero el hombre de 46 años optó por el silencio. La fiscalía solicitó 120 días para concluir la investigación y elevar la causa a juicio.
La fiscal Ohanian no acusó a Tellez Vela por la muerte de su esposa, Apaza Garnica, basándose en el principio de oportunidad y la teoría de la pena natural, considerando que la pérdida de su esposa ya supone una sanción psicológica desproporcionada.
Como medida coercitiva, se requiere que Tellez Vela firme el libro de procesados del 1° al 10 de cada mes en la Comisaría 24ª de Naschel, mientras enfrenta las consecuencias legales de una noche que cambió drásticamente su vida.
