Sergio Lucero llegó desde San Juan a Villa Mercedes y afirmó que los acusados del ataque “no planificaron solos” un hecho “macabro”. Sin presentarse formalmente como querellante, cuestionó el avance de la causa, pidió acceso a actuaciones y deslizó que el trasfondo podría vincularse con la vivienda donde vivían las víctimas.
Sergio Rubén Lucero, padre de Tatiana Belén Lucero Zanni y expareja de Vanesa Zanni, rompió el silencio en Villa Mercedes y expuso públicamente sus dudas sobre la investigación del doble crimen que conmocionó a la ciudad. Dijo no cuestionar que Axel Emiliano Criscito y Dayana Macarena Peralta sean los autores materiales, pero sostuvo que el caso “va más allá” y que habría existido instigación de terceros.
Lucero llegó desde San Juan hace algunos días y, según relató, decidió realizar averiguaciones por cuenta propia antes de hablar con la Fiscalía o de asesorarse con un abogado. En ese marco, afirmó que los imputados “no tienen capacidad de planificar” un ataque de ese nivel de violencia “salvo que alguien los hubiera incentivado”. También reclamó conocer el móvil del hecho y remarcó que, a su criterio, la causa aún no habría respondido la pregunta central: por qué ocurrió.
En sus declaraciones, el padre de la adolescente planteó que la clave podría estar vinculada a la casa donde residían las víctimas, una vivienda ubicada en el extremo sur de calle Leonismo Argentino. Señaló que le resulta “raro” que el inmueble haya sido cedido sin contraprestación y deslizó que allí “pasaban cosas” que, según su versión, deberían ser investigadas. En esa línea, aludió a personas del entorno de su expareja y pidió ampliar el foco de la pesquisa.
Lucero también cuestionó procedimientos policiales de las primeras horas del caso y expresó preocupación por la preservación de la escena. Aseguró que en el lugar no habría custodia permanente y advirtió sobre un eventual ingreso de terceros. En ese tramo, reclamó que se extremen medidas para resguardar elementos que puedan resultar de interés para la investigación.
En el plano personal, el hombre recordó que mantenía contacto frecuente con su hija y que había conversado con Vanesa Zanni sobre la posibilidad de mudarse a Buenos Aires, en busca de mayor estabilidad. Describió un contexto de vulnerabilidad y sostuvo que su expareja “se sentía amenazada”, aunque admitió que esa percepción no se tradujo en una denuncia formal conocida por él.
Fuentes vinculadas a la causa indicaron que la Fiscalía prevé mantener un contacto directo con Lucero para receptar sus planteos en el marco institucional correspondiente. De concretarse, el paso siguiente podría ser que el padre formalice una presentación con patrocinio legal, aporte datos verificables y solicite medidas de prueba por la vía procesal.
Mientras tanto, la investigación sigue con los acusados detenidos y a disposición de la Justicia provincial. En un caso atravesado por la conmoción social, la discusión sobre el móvil y la eventual participación de terceros asoma como un punto sensible: cualquier hipótesis, advierten en ámbitos judiciales, deberá sostenerse con evidencia concreta para no sumar ruido a una causa que busca respuestas firmes.
