Tras el fallo de Impugnaciones que anuló la acusación más grave, la querella presentó un recurso de casación. El máximo órgano judicial deberá decidir si el caso va a juicio con la figura de homicidio simple con dolo eventual o con la calificación más leve.
La causa por la muerte de Yonathan Valera Salazar, el joven repartidor atropellado en diciembre de 2024, sumó un nuevo capítulo judicial. La querella, representada por el abogado Ángel Ávila Velázquez, presentó un recurso de casación ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ) para revertir la decisión del Tribunal de Impugnaciones, que semanas atrás anuló la acusación por homicidio simple con dolo eventual y ordenó volver a la calificación más leve.
El recurso fue admitido. Con esto, la definición queda ahora en manos del máximo tribunal provincial, que tendrá dos caminos posibles: hacer lugar a la casación y permitir que el caso llegue a juicio con la figura más grave, o confirmar el fallo de Impugnaciones, lo que implicaría que la causa vuelva a Instrucción con la calificación inferior.
“El Superior Tribunal va a decidir sobre la calificación, que nosotros consideramos debe ser homicidio simple con dolo eventual. Esperemos que desde la Justicia se dé un fallo que, a mi criterio, puede ser histórico porque va a poner en contexto a las víctimas para llegar a juicio”, señaló el abogado Ávila.
El planteo de la querella insiste en que el accionar del imputado, Mariano Mourelle Machado, fue doloso y no un hecho culposo. “Actuó con dolo eventual porque no tendría que haber manejado, no estaba en condiciones médicas adecuadas. Y él confesó que no lo estaba y que días anteriores había tenido un episodio. Pudo haberse representado que tendría un accidente. Hasta que no tuviera un correcto tratamiento no debería haber manejado”, sostuvo el representante legal de la familia de Valera Salazar.
La causa había avanzado hacia el juicio oral —incluso con fecha fijada para octubre de 2026— luego de que el procurador general subrogante, Ernesto Lutens, unificara la acusación bajo la calificación más grave. Sin embargo, el Tribunal de Impugnaciones anuló esa decisión al entender que se había modificado la “plataforma fáctica” de la imputación original y que ello vulneraba el derecho de defensa del acusado.
Mientras tanto, Mourelle sigue en libertad, con medidas de coerción alternativas ordenadas por la jueza Eugenia Zabala Chacur: firma mensual en la Fiscalía de Juicio, prohibición de salir de la provincia y de conducir vehículos automotores.
Ávila insistió en que la causa no puede continuar demorándose. “Si el Tribunal nos da la razón, estaríamos en condiciones de esperar el debate que ya está pautado para octubre del próximo año. Pero también vamos a pedir que sea resuelto antes. Me parece que es demasiado tiempo para una causa que ya debería tener su juicio oral”, afirmó.
El hecho ocurrió el 11 de diciembre de 2024, cuando Mourelle conducía un Fiat Cronos blanco por avenida Héroes de Malvinas. Al llegar a la intersección con calle San Juan embistió desde atrás a Valera, que esperaba la luz verde del semáforo sobre su bicicleta. La víctima fue arrastrada y falleció en el lugar. Según la acusación, el conductor intentó huir, pero fue retenido por transeúntes.