Un hecho sin precedentes ocurrió en una clínica de la ciudad de San Luis. Una separación puso en evidencia que habían criado a una beba que no era suya. Las hipótesis que maneja la Justicia y un daño irreparable.
El 7 de marzo de 2022 fue un día especial para dos familias en San Luis. Dos mujeres dieron a luz con poco tiempo de diferencia. Lo que debía ser un recuerdo inolvidable, con el tiempo se convirtió en una pesadilla que alcanzó también a otras dos madres.
Pasaron más de dos años y fue la separación de una pareja lo que desencadenó un hecho sin precedentes en San Luis y casi sin antecedentes en el país. Una pareja, vecina de Concarán, tomó la determinación de finalizar con la relación. Fue entonces que el hombre le pidió un ADN de la niña. El resultado fue negativo y dejó atónita a la madre. Ante eso, ella también se sometió a un estudio genético. La conclusión fue la misma.
Así comenzó el camino para esclarecer lo ocurrido y responder múltiples interrogantes: qué pasó, quién era su verdadera hija, de quién era la pequeña que estaban criando. La investigación cayó en manos de la Justicia Federal, que desde entonces mantiene un fuerte hermetismo.
El Chorrillero pudo saber que una de las primeras acciones fue acudir al lugar donde nacieron: la Clínica Italia. En el centro de salud se encontraron con que cuatro mujeres dieron a luz en horarios cercanos. Una el día previo, otra ese mismo lunes y una restante el siguiente. La investigación se concentró en los cuatro nacimientos.
A comienzos de 2025, la pesadilla de esa familia se extendió a otras tres. El paso siguiente de la Justicia fue requerir 12 estudios de ADN para poder cruzar las muestras.
La autorización y los recursos para los análisis demandaron su tiempo. Mientras tanto, la Justicia analizaba las diferentes hipótesis de lo que pudo suceder: intercambio doloso, confusión o un error.
En paralelo a los tiempos de la Justicia, padres veían pasar los días con desamparo. Dos de ellos, tuvieron que dejar de trabajar y someterse a tratamientos psicológicos. Otros decidieron realizar el estudio de forma particular por desconfianza.
Los estudios recién se concretaron el 28 de mayo, tras una citación judicial en Laboratorios Puntanos.
Fue este martes cuando una de las familias implicadas, vecina de la ciudad de San Luis, recibió la peor de las notificaciones: su hija no era su hija. Una comisión judicial la visitó para informarle el resultado de los análisis: el intercambio se había producido entre las dos niñas nacidas el mismo día.
Esa verdad les trajo aún más dolor e incertidumbre. ¿Cómo seguir ahora? ¿Su hija es con la que compartieron más de tres años o la que no conocían hasta hace poco? ¿Qué es lo mejor para esas pequeñas?
Desde la Justicia Federal no quisieron hablar sobre la investigación debido a la delicadeza del hecho. Sin embargo, fuentes allegadas a la causa transmitieron a El Chorrillero que se trataría de un error en los nacimientos de ese día y aclararon que “el caso no está cerrado”.
Por su parte, una de las familias designó a una abogada y buscarán determinar la responsabilidad de la clínica y de los profesionales que intervinieron en los partos.
Al mismo tiempo, deben definir cómo será la revinculación de las pequeñas con sus madres. Un camino lleno de preguntas, temores y emociones contradictorias donde también deben tenerse en cuenta otros menores y adolescentes: los hermanos de ambas pequeñas.
Muchos interrogantes siguen abiertos: ¿quién repara el vínculo perdido? ¿Quién se hace cargo del daño irreparable que dejó este error?
Info y redacción El chorrillero