Martín Altamirano estará los próximos cuatro meses en la Penitenciaría de San Luis. Así lo resolvió el juez de Garantías Alfredo Cuello, tras imputarlo por un violento asalto ocurrido el domingo 20 de julio en un comercio del barrio 960 Viviendas, en la ciudad capital. El acusado ya cuenta con antecedentes penales y, según los fiscales, representa un riesgo para la investigación si permanece en libertad.
De acuerdo a la acusación presentada por los fiscales José Olguín y Marcelo Palacio, Altamirano ingresó al local ubicado sobre calle Olloqui, frente a la escuela del barrio, cerca de las 19. Empuñando un arma de fuego, amenazó a la mujer que atendía el comercio, le ordenó que se encerrara en el baño y, mientras ella estaba retenida, robó dinero, un teléfono celular y otros elementos de valor.
Luego de la denuncia, fue detenido junto a otro sospechoso. Pese a que la defensa oficial —a cargo de Cecilia Mithiaux y Noelia Páez— planteó que no se realizó un reconocimiento por parte de la víctima y que no hay pruebas concluyentes de su participación en el hecho, el magistrado entendió que existen indicios suficientes para mantener la imputación por «robo calificado» y ordenó la prisión preventiva por un plazo de cuatro meses.
Entre los fundamentos, se consideró que el imputado podría fugarse, entorpecer la investigación o incluso reincidir, ya que cuenta con antecedentes por hechos similares.
