La salida forzada de 52 pasajeros judíos de un vuelo provocó un cruce entre la aerolínea y los familiares de los menores que denuncian discriminación.
Un grupo de 44 menores y 8 adultos franceses judíos protagonizó un dramático episodio en un vuelo que salió de la ciudad española de Valencia, con destino a París. Los pasajeros denunciaron que fueron forzados a desembarcar del avión el miércoles por presunto “comportamiento indisciplinado”. Sin embargo, los adolescentes aseguran que se trató de un acto de discriminación.
De acuerdo con lo revelado por los medios locales, los pasajeros formaban parte del campamento de verano judío Kinneret Club y habían pasado dos semanas de vacaciones en España. El miércoles 24 de julio, se subieron a un avión de la compañía Vueling en el aeropuerto de Manises, en Valencia, para regresar a la capital francesa.
Según la versión oficial de Vueling, el grupo mostró una “actitud altamente conflictiva”, interrumpió repetidamente las instrucciones de seguridad y manipuló el equipo de emergencia del avión. Ante la persistencia de este comportamiento, la tripulación solicitó la intervención de la Guardia Civil, que procedió a desembarcar a los pasajeros implicados. La aerolínea aseguró que se activaron los protocolos de seguridad establecidos y negó cualquier motivación relacionada con la religión de los pasajeros.
Asimismo, un portavoz de la Guardia Civil confirmó que fue el capitán del vuelo V8166 quien ordenó el desembarco, y detalló que una de las coordinadoras del grupo fue detenida brevemente por negarse a abandonar el avión. Posteriormente fue puesta en libertad. La Guardia Civil indicó que no tenía conocimiento de la afiliación religiosa del grupo al momento de intervenir.
Por su parte, familiares de los menores afectados y la organización Kinneret Club afirmaron que la actuación de la tripulación y de los agentes fue desproporcionada y motivada por prejuicios. Algunos padres señalaron que la tensión comenzó cuando uno de los niños cantó en hebreo, y denunciaron lo sucedido como un acto antisemita.
Como si fuera poco, con el correr de las horas trascendió un video en redes sociales que muestra a una joven esposada en el suelo, presuntamente durante el operativo de la Guardia Civil. Esto provocó una polémica en las redes, donde miles de usuarios criticaron el accionar violento de los oficiales.
Las denuncias de antisemitismo por el episodio en el avión
El ministro israelí de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, calificó el incidente como grave y afirmó que el director del campamento fue arrestado. La abogada Julie Jacob, en representación del Kinneret Club, anunció que se interpondrá una denuncia en Francia por violencia física y psicológica, así como discriminación religiosa, con agravantes por tratarse de menores de edad.
La Federación de Comunidades Judías de España expresó su preocupación por el suceso y solicitó a Vueling la presentación de pruebas documentales para esclarecer los hechos, en especial si hubo motivaciones discriminatorias por razones religiosas. La organización señaló que los testimonios publicados hasta el momento no permiten determinar claramente las causas del incidente.
Del grupo inicial, 23 menores y dos adultos lograron continuar el viaje en otro vuelo, mientras que el resto fue alojado temporalmente en un hotel. Las autoridades gestionaban la salida del grupo restante en coordinación con los responsables del campamento. La investigación sigue abierta.